sábado, 11 de septiembre de 2010

El desapego III

(Continuación)

Jesús nos dio ejemplo con su vida. Pasó por los bienes de esta tierra con perfecto señorío y con la más plena libertad. Siendo rico, por nosotros se hizo pobre.

¿Recordáis la historia del rico Epulón y el pobre Lázaro? El pecado del rico no está en tener posesiones, ni tener abundante comida, ni vivir de forma desahogada. Su pecado está en el egoísmo. En ignorar al pobre que estaba en su puerta. Él hizo mal uso de sus bienes. Y es que el egoísmo impide ver las necesidades ajenas. Es entonces, cuando tratamos a las personas, no como tales, sino como cosas. Las utilizamos, le sacamos el máximo partido y cuando ya no nos proporcionan lo que queremos, las dejamos de lado. Como los pañuelos de papel. Una vez que nos han solucionado el problema, lo tiramos a la basura y vamos en busca de otro. Todos tenemos mucho que dar: Afecto, aliento, una sonrisa, un buen consejo, un abrazo, un oído que escuche al otro, etc. Todos tenemos valores y ninguno somos cosa, por eso no debemos tratarnos como tal.

Hay que desprenderse de ese egoísmo, esa soberbia que nos come tanto en ocasiones, y que nos impide ver en el que tenemos al lado, el rostro de Dios. Desgraciadamente vemos al enemigo a batir, al que me puede hacer sombra, y eso hermanos, si que podemos decir con toda certeza, que no es lo que Dios quiere de nosotros.

El desapego nos ata, porque nos quita la libertad.

Hay un ejemplo que posiblemente algunos de vosotros ya sepáis, no sé si será del todo cierto, pero me gusta mucho y os lo voy a poner.

Es el de las abejas.
Éstas, después de construir las colmenas las abandonan.
Y no la dejan muerta, en ruinas, sino viva y repleta de alimento.
Dejan toda la miel que fabricaron de más, sin preocuparse con el destino que tendrá.
Levantan vuelo hacia su próxima morada sin mirar para atrás.
En la vida de las abejas encontramos una gran lección.
En general el hombre construye para sí, piensa en el valor de la propiedad, ambiciona conseguir más bienes, sufre y por no perder aquello por lo que tanto “luchó” por conseguir.
La lección de las abejas está en su espíritu de donación.
En un acto poco común de desapego, abandonan lo que les llevó una vida construir.
Simplemente lo sueltan sin preocuparse por el destino que tendrá.
Dejan lo mejor que tienen, sea para quien fuere,
Si queremos ser libres, si queremos dejar de sufrir por lo que tenemoso por lo que no tenemos, debemos abrigar un único deseo:Transformarnos.

El ejercicio consiste en tener siempre presente que nada ni nadie nos pertenece, que no vinimos al mundo para poseer cosas o personas, y que debemos soltarlas.
De modo que, cuando algo o alguien tiene que irse de nuestra vida, no alimentemos la ilusión de pérdida.
Adquirimos una visión más amplia.
El sufrimiento llega cuando nos aferramos a algo o a alguien.
El apego empaña lo que debería estar claro: por detrás de una supuestapérdida se esconde la enseñanza de que está por llegar algo nuevo y mejor para nuestro crecimiento.
Recordemos que donde esté nuestro corazón, allí estarán nuestros tesoros…
Dejo una pregunta para meditar, y es esta:

Si no renunciamos a lo viejo, ¿Cómo puede haber espacio para lo nuevo?


El Señor os bendiga.

10 comentarios:

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

BUENAS NOCHES:

ES UNA BUENA REFLEXIÓN.

A VECES DEBERIAMOS VACIAR LOS ARMARIOS DE LOS RENCORES, Y LLENARLOS DE PERDÓN Y VER A LAS PERSONAS QUE NOS HAN DAÑADO CON UNA MIRADA NUEVA.

A VECES ESTAR DEMASIADO APEGADOS A LOS HIJOS, NO ES BUENO, PORQUE LUEGO DUELE MÁS CUANDO PARTEN DEL HOGAR.

ENHORABUENA, POR EL BUEN EJEMPLO DE ESTA ENTRADA.

UN ABRAZO, Montserrat

Anónimo dijo...

Que tal Rafa !

He leido todo tu articulo sobre el desapego, de las 3 publicaciones, y pensé...que cuando acabaras, comentaria sobre el tema, pero es que aunque lo vuelva a leer, no sabria argumentar, que es el desapego, yo creo que mi único apego fué hasta hace un par de meses el tabaco, y por cierto..LO CONSEGUI, JE,JE.!!!y por lo demas, núnca me he sentido más libre que hoy dia, gracias a Dios.

Y dime querido amigo, fuiste a Misa hoy ? Yo si, y mañana empiezo como Maestra de Catequesis, en la Parroquia de mi pueblo. Uff...espero que me valla bien, ya te contaré !!

Cuidate y que Dios te bendiga.

Raquel

xXxmiGuelxXx dijo...

HOLA RAFA: QUE REFLEXION TAN BONITA..SI NO VACIAMOS TODO LO VIEJO NO HAY CABIDA PARA LO NUEVO..VOTEMOS TODO RINCOR,TODO EGOISMO Y HAGAMOS COMO LAS AVEJAS CON UN ESPIRITU DE DONACION..AMIGO ABRAMOS NUESTROS CORAZONES PARA QUE DENTRE LA SANGRE DEL CRISTO VIVO EL NOS DA UNA VIDA NUEVA LLENA DE AMOR.
QUE DIOS TE BENDIGA.
MIGUEL PAPA DE ANITA..PERU.

Rafa dijo...

Muchas gracias a tod@s por vuestros comentarios. He de confesar que esta enseñaza sobre el desapego -fraccionada en tres partes por su extensión-, la hizo y la impartió mi madre. Llevaba tiempo queriéndola subir al blog, hasta que ví la oportunidad.
Por tanto, en nombre de mi madre, mi gratitud a tod@s.
El Señor os bendiga.

Angelo dijo...

Y porque somos para los demás lo que nosotros vemos en ellos. También somos incordiosos, también cansamos, también caemos mal, también ...tantas cosas que exigimos. Cuando nos vaciamos de nosotros, entonces empezamos a ver.
Una preciosa reflexión. Gracias. Un abrazo

Anónimo dijo...

Despues de leer tus entradas sobre el desapego varias veces y meditarlas bien... en un día como hoy, a pocas horas de que Nuestra Señora de la Esperanza Macarena abandone su templo para presidir la beatificación de Madre María de la Purísima, dejarte como comentario el lema de Sor Angela:
"No ser, No querer ser, pisotear el yo"
prescindir de todo, despegarse de todo para solo ver a Dios en cada hermano , para olvidandose de si misma dar todo el amor al otro... para que nuestras "nadas" nos conduzcan al "TODO" .
Un abrazo!

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Bueno, paso a verte ya que tu no sales de casa. A Raquel le parece largo tu artículo, hay días de cortos y otros de largos, pero siempre se leen
Con ternuar
sorCecilia

Anónimo dijo...

Hermosa reflexión,que el señor nos conceda la gracia de vaciarnos de todo aquello que no es Dios solo Dios nos transforma y nos hace libres,solo dejando a Dios ser Dios en nuestras vida podremos ser verdaderamente libres gracias unidos en oración

Angelo dijo...

No quiero dejar de visitarte para dejarte mi felicitación en el día de tu santo, asegurándote mi oración por todas tus intenciones. Que Dios te bendiga. Felicidades.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Me ha encantado la reflexión sobre el desapego. Dios nos conceda la gracia de ir quitando de nuestra vida todo aquello que entorpece la gracia de Dios en nosotros.
Gracias a tu madre por tan linda enseñanza. Se cumple aquello de que, "hijo de tigres... pintito".
Un abrazo y mil bendiciones.