lunes, 20 de diciembre de 2010

¿Mi verdad?

Hay muchas frases que hablan acerca de las mentiras, como por ejemplo: Se coge antes a un mentiroso que a un cojo, o las mentiras tienen las patitas muy cortas, entre otras muchas.
Desgraciadamente, porque el público así lo queremos, en la televisión, estamos siendo bombardeados con programas en los que nos cuentan la vida de muchas personas; historias de sus vidas profesionales, de sus vidas privadas, de lo que hacen o hicieron un día. Todos nos creemos jueces y dignos de juzgar, opinar y meternos en las vidas ajenas. Precisamente, en estos programas, y como consecuencia de ello, en nuestras vidas; vamos hablando de los demás, criticando, y sobretodo diciendo frases que me hacen tanta gracia como "yo cuento mi verdad". Y digo yo, ¿qué es eso de mi verdad? ¿Se da el caso quizás que hay varias verdades? Si la verdad solo puede ser una. Podemos tener distintos puntos de vistas según nuestro carácter, nuestra educación, nuestros estudios, nuestras experiencias personales... pero la verdad seguirá siendo la misma. Si una planta tiene las hojas verdes, la verdad es esa, que tiene hojas verdes. Sin embargo podemos ser daltónicos y no distinguir el color, pero sabemos que es verde. Podemos ver la planta de noche, a oscuras y verle el color casi negro, pero sabemos que es verde.

Si mentimos a los demás, crearemos desconfianza en ellos. Difícilmente volverán a creernos. Si mentimos, más tarde o más temprano, se descubrirá que no hemos dicho la verdad. Entonces, ¿por qué mentimos?. Quizá para que no se sepa que hemos hecho algo malo, para aparentar que somos buenos cuando no lo somos. Puede ser también que busquemos un beneficio, es decir, una remuneración inmerecida, o un protagonismo que no nos corresponde, un poder que queramos tener producido por nuestras envidias, soberbias o celos... esto es, un nutrido grupo de escusas que, como podemos comprobar, en su inmensa mayoría, no tienen una finalidad buena.

Por eso mismo, entre otros calificativos, conocemos al diablo como "el mentiroso". Él es el que nos está tentando constantemente a mentir, aunque cierto es que él sólo tienta, la mentira es culpa nuestra porque hemos caído en su trampa, en su mentira. Recordemos que "no permitirá Dios que seáis tentados más allá de vuestras fuerzas". Será muy difícil, a veces, luchar contra la tentación (de mentir o cualquier otra), pero no será imposible. De nosotros depende que la venzamos y superemos las pruebas que Dios permite en nuestras vidas, con el único fin de fortalecernos en la lucha diaria.

Que el Señor, que está a punto de nacer, que es la VERDAD por excelencia, nos dé la fortaleza para vencer a la mentira. Y María Santísima del Adviento, nos cubra con su manto y nos proteja de todo mal, Ella que es Inmaculada y cuyo ejemplo debemos seguir.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

La mentira es un absurdo, frecuentemente quien empieza engañando a los demas acaba engañandose también a si mismo.
Vivir en la mentira es estar preso de ella.
Un abrazo

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Buenas noches la verdad es que no vale la pena decir mentiras.
Una vez de jovencita, tuve un amigo que decía mentidas por tonterías y no sabias nunca si de verdad era seminarista, o labrador, porque vivia en otro pueblo.
No se que que gracia le encontraba en ello.
Desde entonces no me gustan las mentidas tontas.
Un abrazo, Montserrat

Angelo dijo...

Me gusta lo que dice Visigoda. Es verdad. La mentira hace que no se encuentre la salida, aprisiona a quien vive de ella. Todo el mal de este mundo viene de ella. El padre de la mentira, la usa para engañarnos. Nunca acaba en buen puerto.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Rafa, ahora que ya estamos a un paso me vuelvo a acercar aqui para desearte una FELIZ y SANTA NAVIDAD, que el Niño Jesús te colme de bendiciones a ti y a los tuyos, recibe un abrazo.

Angelo dijo...

"Cuando estaba esperando, llegaste Señor. ¡Te necesitaba en mi corazón!"
Feliz y Santa Noche de Navidad. Un abrazo

Rafa dijo...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Os deseo, de todo corazón, una feliz y Santa Navidad. Que el Niño Jesús, nazca de verdad en nuestros corazones y los llene de su infinito Amor.
Un fuerte y fraternal abrazo.
Con todo mi cariño,

Rafa