domingo, 10 de abril de 2011

¡Ven fuera!

El evangelio de hoy nos habla de la resurrección de Lázaro (Jn 11, 1-45). Hay varios aspectos que podemos destacar de esta cita, -indudablemente nos sirve de preludio para lo que será su propia resurrección- pero voy a centrarme en una, en la que más me ha llamado. En la que hoy considero, de forma personal, que nos quiere decir.

"Tu hermano resucitará". Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que esté vivo y cree en mí, no morirá para siempre"

Leyendo el evangelio pensaba, que no es casualidad que el domingo próximo sea domingo de ramos. Hemos tenido un tiempo de Cuaresma para hacer oración, penitencia y, sobretodo, limpiarnos y ponernos en condiciones para celebrar la fiesta de la Pascua, dentro de dos domingos. Por tanto, hoy es un nuevo recordatorio que Jesús nos hace para que lleguemos a esa situación, y me explico.

Dice el evangelio que Jesús, al ver llorar a María y a los judíos que la acompañaban, sollozó. Cuando le contestaron "Señor, ven a verlo" se echó a llorar. Y al oír "¿no podía haber permitido que muriera éste?", sollozó de nuevo.

Lázaro era su amigo. Lo quería. Y lo devuelve a la vida. Lo mismo hace con nosotros. Él tiene ese poder de devolvernos a la Vida. Una vez más, Jesús nos muestra su Misericordia. Pero no esa misericordia que entendemos por piedad y perdón. Como la propia palabra indica, se apena de nuestra miseria. ¡Qué mayor miseria que estar en la muerte del pecado!

Sabemos que Él no se aparta de nuestro lado, somos nosotros los que nos apartamos de Él. Jesús nos espera pacientemente siempre. Desea escuchar nuestra petición de ayuda y ya está ahí, a nuestro lado, echándonos esa mano que le solicitamos. Sin embargo, fijaos, hoy no espera a que nosotros vayamos a Él. Hoy es Él el que viene a nuestro encuentro a salvarnos de nuestra miseria, a devolvernos a la Vida, llorando por nuestra muerte espiritual porque nos ama, y resucitándonos, sacándonos a la Luz, llevándonos con Él.

Cuando resucitó a Lázaro, lo hizo también para que muchos creyeran. Hoy también nos demuestra que Él es la Resurrección y la Vida para que muchos crean en Él.

Por eso decía que no es casualidad que la próxima semana sea Semana Santa. El Señor quiere limpiarnos, salvarnos, para que podamos vivir la Pascua, la fiesta más grande de la Iglesia, su Resurrección, que nos salva y nos promete la resurrección nuestra junto a Él.

Por eso quiero dar gracias al Señor por darme el don de la fe y creer en Él. Por eso quiero dar gracias al Señor por la Vida que nos da y porque nos resucita siempre que estamos en la oscuridad, muertos. Porque cuando estamos en ese estado de miseria, de putrefacción espiritual, Él nos llama, sabiendo que olemos porque ya llevamos "cuatro días" y nos dice a cada uno de nosotros: ¡Ven fuera! Ven a la Luz y sal de la tiniebla.

¡Bendito sea el Señor!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este es uno de los pasajes del Evangelio que me gusta leer frecuentemente , ver como Jesús llora apenado por la muerte de su amigo, ver como se acerca así a nuestra "humanidad" me conmueve.
Esta explicación que hoy das, esa llamada a abandonar el pecado, a resucitar de la muerte en él,para ya limpios volver a vivir en Cristo es sin duda para empezar a dar gracias a Dios y no parar, gracias por la fe y por su Misericordia, por su Amor hacia todos nosotros, por la esperanza de esa vida nueva que nos espera tras nuestra muerte al mundo.
Me uno a tu acción de gracias y rezo para seguir escuchando cada día de mi vida ese "Levantate y anda".
Muchas gracias Rafa por esta entrada.
Un abrazo.

Angelo dijo...

Me encanta ver a Jesús mostrando sus sentimientos, y las limitaciones del cuerpo. Tu reflexión es fantástica. he podido leer varias en otros blogs sobre este pasaje del evangelio. ¡Qué maravilla la riqueza que cada uno ofrece! Realmente es una bendición la creación de estas bitácoras por el Reino de Dios.
Un abrazo y mi oración

Rafa dijo...

Gracias Visigoda y Angelo por vuestros comentarios que, como os digo siempre, son tan enriquecedores. Que el Señor os colme de bendiciones.

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Rafa:

Este Evangelio a mi trasmite la esperanza de la Resurrección.

Verás que a mano derecha de mil blog.
He puesto una portada que dice Ojalá escuhéis su voz.

Ese el libro que tengo del nuevo itibnerario de Renovación de la Archidiosis de Valencia.

En mi Parróquia hemos formado grupos de lectura de este libro, que es un itinerario de ranovación de la Fe cristiana.

Un abrazo en Cristo, Montserrat