jueves, 12 de mayo de 2011

... y el suelo tembló...

¿Qué tendrá el día 11 que nos trae desgracias? Ayer, otro 11-M (11 de mayo en este caso), varios seísmos se sucedieron en la ciudad murciana de Lorca, como ya sabemos.
El derrumbe del campanario (del que vemos los restos en la foto), que grabó un equipo de TVE, creo que ha dado ya la vuelta al mundo.
De nuevo muertes, impotencia, pérdidas de hogares, pánico, falta de un techo donde pasar la noche, desalojo incluso de hospital por precaución ante el posible derrumbe, horror, incertidumbre...
En esta ocasión no fue un atentado. El suelo de Lorca tembló y, aunque sólo fue unos segundos, ya sobró, para que este corto tiempo cambiara las vidas de las personas que lo vivieron.
Otro acontecimiento al que no le vemos una aparente explicación. Muchos se habrán preguntado "¿Por qué?". Hay veces, que no tenemos la respuesta a esta impotente pregunta. Quizá Dios quiere que seamos verdaderos solidarios en estos tiempos difíciles. Quizá Dios quiere que acudamos más a Él, y que nuestra oración crezca en intensidad y tiempo. Quizá no tengamos que preguntarnos estas inevitables cuestiones, confiando y sabiendo que todo lo que Dios permite es lo mejor que nos pueda pasar. Quizá sea un compendio de todo esto y más. Sea lo que fuere, nuestra oración de estos días, va especialmente dirigida a toda la localidad de Lorca.

A los que perdieron la vida. A los que perdieron una madre. A los que perdieron su hogar. A los que perdieron su convento-iglesia. A todos los que sufrieron, aunque sólo fuese un enorme susto, en este terremoto. Para que el Señor les dé el consuelo que necesite a cada uno y permita que mañana, 13 de mayo, su Madre Santísima, los cubra más si cabe con su manto, los proteja y les ayude en sus carencias.
Os dejo un fuerte y fraternal abrazo.

El Señor os bendiga.

1 comentario:

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Buenas noches.

Es normal que en estos momentos estas pobres personas se prengunten el ¿por qué?

Ahora tenemos que orar para que el Señor les de fuerzas, para que continuen adelante.

Besos, Montserrat