Hoy, 15 de septiembre celebramos la festividad de Nuestra Señora de los Dolores. En ella recordamos el dolor y el sufrimiento de María a lo largo de su vida, por aceptar ser la Madre de Dios. María es ejemplo apara nosotros, una vez más, en este caso de sufrimiento. Ella saca su fuerza de Él. De su oración. Quien ama de verdad, sufre con el amado. Nadie ama a su hijo más que una madre, y María, no es la excepción. Ella soportó que no fuera comprendido, aceptado. Soportó su Pasión y Muerte. ¿Hay más doloroso para una madre que ver morir a su hijo?. María aceptó todo eso, aunque posiblemente no comprendiera muchas cosas en cada momento, por amor a su Hijo, por amor a Dios y para que todos nosotros pudiéramos ser salvados.
Meditemos, al menos por un día, los Siete Dolores de María Santísima.
1. La profecía de Simeón (Lc 2, 25-35)
2. La persecución de Herodes y la huida a Egipto (Mt 2, 13-15)
3. Jesús perdido en el templo, por tres días (Lc 2, 41-50)
4. Su encuentro con Jesús, cargado con la Cruz (Viacrucis, cuarta estación)
5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Jn 19, 17-30)
6. María recibe a Jesús bajado de la Cruz (Mc 15, 42-46)
7. La sepultura de Jesús (Jn 19, 38-42)
María, enséñanos a vivir nuestros dolores personales con humildad y paciencia.
Madre de los Dolores, Reina de nuestros corazones; ruega por nosotros que acudimos a ti.