jueves, 28 de febrero de 2013

...y llegó el día...

Llegó el día. Y nosotros no podemos más que orar por Benedicto XVI, que deja vacante la Cátedra de San Pedro. A su vez, tenemos que  invocar al Espíritu Santo para que sea Él, de verdad, el que elija al nuevo Papa. Que los hombres no le cortemos las alas al Espíritu de Dios, para que se cumpla Su Voluntad, y no la nuestra.

Corren tiempos difíciles, estamos pasando dificultad, y la Iglesia debe ser fuerte. Si todos somos Iglesia, hagámosla fuerte. Es tarea nuestra, misión nuestra.

La barca parece que se tambalea en la tormenta. Dios es el único que puede darnos al mejor capitán para que sepa seguir sus instrucciones y la maneje.

Sin ser casualidad, aprovechemos este año de la Fe, iniciado por Benedicto XVI, para poner en práctica esta hermosa virtud, y poniendo nuestro granito de arena, confiemos en Dios; porque todo está en sus manos... si le dejamos.

Querido Benedicto XVI. No podía despedirme sin decirte: GRACIAS POR TODO. Que el Señor te bendiga.

lunes, 18 de febrero de 2013

Cuaresma


Cuaresma. Un tiempo de oración, ayuno y limosna. En este tiempo, los altares están sin flores. La austeridad es protagonista. Sin embargo, no es un tiempo triste, pese a lo que pueda parecer.

En la Cuaresma, el Señor nos invita a la conversión, a nuestra renovación, a acercarnos más a Él, a la salvación. Debemos ir a nuestro "desierto" y meditar, hacer examen de conciencia de nuestra vida. ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Qué podemos mejorar? ¿Qué estamos dejando de hacer? Y todas estas cuestiones tienen que ser referidas a Dios, a los demás, e incluso a nosotros mismos. Nuestra meta es estar cada momento más cerca de Dios, y no alejarnos.

Sin embargo, durante el año, parece que hacemos lo contrario. Nos vamos olvidando un poco de todo, nos dejamos llevar por el mundo, como hemos dicho en otras ocasiones. Pero Jesús nos da muchas oportunidades y, este tiempo, es una oportunidad especial. Sabemos que con su Pasión y Muerte vencerá al pecado y, con su gloriosa Resurrección, nos abre las puertas de su Reino, Reino que tenemos que ir construyendo nosotros con nuestras obras, y donde nos reuniremos con Él cuando termine nuestro paso por este mundo.

Pero para vivir bien la Cuaresma, es necesaria la FE; virtud que estamos tratando en este año algo más profundamente, gracias a nuestro querido Benedicto XVI. El Santo Padre nos anima a vivir en esta Cuaresma con mayor intensidad, la Caridad.

El domingo pasado, el Evangelio nos hablaba de las tentaciones. Y es que nadie está exento de ellas, ni siquiera el mismo Jesús. Es más, las tentaciones nos pueden beneficiar, si sabemos hacer uso de ellas, y me explico. El problema no es tener tentaciones, el problema es  vencerlas, y Cristo nos dio un ejemplo con su hacer. Venciendo las tentaciones, podemos ganar "a cambio" (si se me permite la expresión) en algunas virtudes.

Sepamos aprovechar este tiempo de Cuaresma para hacer ese examen personal que todos necesitamos. Que encontremos ese tiempo que necesitamos y que Dios necesita que le dediquemos, para tener con Él esas conversaciones que tanto nos alimentan, y que llamamos Oración.

martes, 12 de febrero de 2013

Gracias, Benedicto XVI


Ayer conocíamos la noticia: "...Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino..."

No nos cabe la menor duda. ¿Cuántas horas habrás estado orando esta decisión? ¿Cuántas noches habrás pasado en vela? ¿Cuántas veces habrás sopesado los pros y contras?  ¿Cuántas veces habrás solicitado la presencia del Espíritu Santo? ¿Cuántas veces habrás pedido la ayuda y la intercesión de María?... Y al final, sin ser casual, como todas las cosas de Dios, Ella te ha animado en este día tan señalado: La festividad de nuestra Señora de Lourdes. Queridísimo Benedicto XVI; desde esta pequeña Sinagoga de Cafarnaúm, queremos decirte que seguimos estando contigo, y más que nunca en estos momentos tan difíciles que estarás viviendo. Te damos gracias por todos estos años que nos has dedicado. Oramos por ti.

Es una noticia impactante. Nadie la esperaba. Sin embargo, en estos días que nos quedan hasta el próximo 28 de febrero a las 20.00 horas y, en los días sucesivos hasta la finalización del cónclave, todos estaremos pidiendo al Señor que envíe su Santo Espíritu para que, los cardenales puedan discernir la elección del nuevo Sumo Pontífice, que sólo Dios quiera en este momento para nosotros. 

Podemos intuir las dificultades que tiene ser el nuevo pastor de la Iglesia, pero pienso que no llegamos a imaginarnos ni una milésima parte de lo que conlleva. Vivimos unos momentos de crisis en todos los sentidos. Las envidias, el ansia de poder, la riqueza, el mundo... nos ciega tanto la visión, que somos incapaces de ver más allá de nosotros mismos. Sin embargo, debemos luchar contra la corriente. Evitar las peleas, y darnos cuenta de una vez, que todos somos iguales, que todos tenemos el mismo fin, y que todos tenemos que luchar por la misma meta. Quizás, con eso el mundo lo haríamos más fácil. Pero tenemos un ataque constante que nos va desgastando hasta el punto de dejarnos llevar por el enemigo.

Hoy pedimos a nuestra Santísima Madre, que interceda por todos nosotros para que, cada uno, en la medida de sus posibilidades, pongamos un poquito más de nuestra parte para construir el Reino de Dios. Que reine la sinceridad y el amor entre todos. Y desde ya, como decía antes, pedimos la presencia del Espíritu Santo para que nos dé al sucesor de Pedro que necesitamos. Aprovechemos este tiempo de cuaresma que empieza mañana, para hacer oración, ayuno, sacrificios... y ofrezcámoselas al Padre por esta causa que hoy tratamos.

El Señor os bendiga.

domingo, 3 de febrero de 2013

Luz del Mundo

Ayer celebrábamos la fiesta de la Candelaria, que no es otra cosa que la presentación de Jesús en el Templo. Solemos bendecir velas este día porque, como ya sabemos, celebramos que Jesús, Cristo, Luz del mundo, entra en el Templo de Jerusalén. Eso es lo quisiera resaltar hoy.
Este tema daría para hablar mucho, pero no me voy a extender.
Jesús entra en el Templo de Jersusalén como ordenaba la ley y como era tradición, cuarenta días después de su nacimiento. Y Jesús, Luz del Mundo, quiere entrar en nuestras vidas cada día y, sin embargo, en numerosas ocasiones no le dejamos, quedando de esta forma en tinieblas. Todos hemos experimentado ese estar en tinieblas, puesto que no es otra cosa que estar en pecado. Le damos la espalda a Dios. Él quiere alumbrarnos, ser nuestro faro, enseñarnos que el camino de la oscuridad no es el correcto, puesto que, como bien dice el vocablo, está oscuro y no sabemos por donde vamos, nos perdemos, nos desorientamos, elegimos mal el amino a seguir... Y en su infinita Misericordia, no se cansa de buscarnos y llevarnos a la Luz, darnos oportunidad y libertad de estar con Él.
Por la Encarnación del Verbo, su Pasión  Muerte y Resurrección, Jesús nos ha salvado del reino de la oscuridad y nos ha trasladado a Reino de la Luz.
Y es que, pensemos lo que pensemos, donde no está Dios, no puede haber nada bueno. Recapacitemos sobre esto.
Jesús quiere entrar en nuestras vidas. Vidas que están llenas de consumismo, de superficialidad, de apariencias, de sexo, de drogas, de violencia, de soberbias, de envidias,de problemas... que no nos llevan más que a alejarnos de Él.

Hoy el Señor, quiere darnos una nueva oportunidad. Él quiere ser la Luz de tu vida, porque sabe que sin Él nada podemos y con Él, todo lo podemos. Porque sabe que con Él alcanzamos la felicidad. Porque sabe que con Él iremos por el buen camino. Porque sabe que con Él estamos salvos.
Aprovechemos y pidamos a María Santísima, ejemplo nuestro de FE, que sepamos escuchar la voz de su Hijo, y aceptemos su voluntad, así como Ella lo hizo.