Hoy me he cruzado dos veces por la calle con el archiconocido P. Jorge Loring. Iba con las mangas de la camisa remangadas hasta los codos, con un maletín negro -que hacía juego con su ropa- en su mano izquierda, y con una gorra de visera azul -que no hacía juego con su ropa, pero le daba un aire simpático-. Andaba deprisa con sus casi noventa años, como si no le diera tiempo hacer todo lo que tenía planeado. La gente lo miraba y hacían comentarios del tipo "qué bien me cae". Él seguía su camino como si no fuera con él. Sin embargo, aunque yo pensara algo parecido, un pensamiento sobresalía al contemplar su andar rápido: "Este hombre es incansable. Hay personas como él, que no se rinden. Luchan y luchan y luchan... ¡Sencillamente, admirables!.
Estos días estamos escuchando y leyendo en el Evangelio, como es el Buen Pastor.
Hoy esta será la oración a María que comparta con vosotros.
Querida María, Madre Celestial. En este día, festividad de Santa Gema Galgani, quiero pedirte especialmente por los sacerdotes. Estos hijos tuyos, que han elegido dejarlo todo para seguir a tu Hijo y anunciar la Buena Nueva a todos. Estos hijos tuyos que se han convertido en los pastores del rebaño. ¡Cuánta falta nos hacen!. Sin ellos no podríamos recibir los sacramentos, pero especialmente no podríamos tener a Jesús Sacramentado. Sin ellos, nuestros pecados no podrían ser perdonados, y no podríamos experimentar la gran Misericordia de tu Hijo amado, y estaríamos llamados en lugar de a la Salvación, a la condenación eterna. ¡Qué horror sólo pensarlo, Madre!
Por eso te pido, que seas Tú quien los guíes y los protejas, especialmente a aquellos que, como hombres que son, están lejos de darnos buen ejemplo con su inoportuno hacer. Llévalos a que sean esos buenos pastores que necesitamos las ovejas descarriadas. Cuida de ellos con especial cariño, porque son un gran regalo que Jesús nos hace, y que, a veces, no sabemos apreciar. Ábrenos los ojos a nosotros, para que sepamos ver el don que tenemos en ellos y que somos incapaces de ver.
Vivimos momentos críticos, difíciles; Tú lo sabes mejor que nadie; y necesitamos de ellos para estar fuertes en la lucha.
De manera superlativa, te pido por el Papa Benedicto XVI, para que sea portador de lo que Dios quiere, a través del Espíritu Santo. Que sea Él quien obre en el Santo Padre para que, como Vicario de Cristo en este mundo, sea capaz de llevarnos, como el Buen Pastor, por el camino correcto.
María, Madre nuestra; ruega por nosotros.
Y a vosotros, queridos hermanos laicos y sacerdotes, que el Señor os bendiga.
6 comentarios:
María, Madre nuestra; ruega por todos los sacerdotes del mundo, para que hayas vocaciones nuevas y santas y por nosotros pecadores.
Preciosa entrada y maravillosa carta a Nuestra Señora.
Mil gracias. Feliz día para todos.
Un abrazo.
Preciosa entrada! Y muy hermosa oración a Maria nuestra Madre, por los sacerdotes.
Nunca sabremos lo suficiente lo que vale
el sacerdote, y el bien que hace a la Iglesia
que somos nosotros.¡Ellos nos regalan la VIDA.! Recemos para que sean santos, y para
que surjan muchas vocaciones.
¡Muchas gracias!
Dios te bendiga.
Que los llamados sepan escuchar su nombre pronunciado por Cristo.
Que su respuesta sea un sí, que se sepan escogidos para ser puentes entre Dios y los hombres.
Gracias por tus valiosas reflexiones.
Un abrazo.
Gracias por tan lindo mensaje. Que el Buen Pastor nos regale sus sentimientos.
Gracias a tod@s por vuestros comentarios, ellos dan vida a La Sinagoga de Cafarnaúm y animan a seguir en la lucha.
Que el Buen Pastor ayude a los sacerdotes para que ellos sean nuestros orientadores, alentadores, directores y amigos, que necesitamos.
El Señor os bendiga!
El primer libro que leí tras mi conversión fue el Para Salvarte de Loring. Me ha gustado la anécdota que nos cuentas y me ha encantado el título que le has puesto al post.
Un abrazo
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