viernes, 7 de octubre de 2011

Nuestra Señora del Rosario

Hoy, 7 de octubre, la Iglesia celebra la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. En ella, le pedimos a la Virgen Santísima, a través de la oración que enseñó a rezar a Santo Domingote Guzmán. Oración completa donde las haya, pues nos hace un resumen del Evangelio.

En los Misterios Gozosos, que se rezan los lunes y sábados, contemplamos los momentos que producen “Gozo” al saber de la Encarnación del Hijo de Dios. Son:

La Encarnación del Hijo de Dios. La Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel. El Nacimiento del Hijo de Dios. La Purificación de la Virgen Santísima. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.

En los Dolorosos, que se rezan los martes y viernes, contemplamos los momentos de la Pasión y Muerte de nuestro Señor. Son: La Oración de Nuestro Señor en el Huerto. La Flagelación del Señor. La Coronación de espinas. El Señor carga con la Cruz Camino del Monte Calvario. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.

En los Gloriosos, que se rezan los miércoles y domingos, contemplamos los momentos de Gloria de nuestro Señor y nuestra Madre. Son: La Resurrección del Señor. La Ascensión del Señor. La Venida del Espíritu Santo. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos. La Coronación de la Santísima Virgen.

Y en los Misterios Luminosos (añadidos por el Beato PP. Juan Pablo II en 2002), que se rezan los jueves, contemplamos los momentos de la vida pública de Jesús. Son: El Bautismo de Jesús en el Jordán. La Autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión. La Transfiguración. La institución de la Eucaristía.

Cada día, los misterios van acompañados de cincuenta Ave María, cinco Padrenuestro y cinco Gloria; además de las jaculatorias dedicadas a Nuestra Señora.

En esta oración, contemplamos el rostro de Cristo, como lo describía el Papa Pablo VI: Oración evangélica centrada en el misterio de la Encarnación redentora, el Rosario es, pues, oración de orientación profundamente cristológica. En efecto, su elemento más característico –la repetición litánica del "Dios te salve, María"– se convierte también en alabanza constante a Cristo, término último del anuncio del Ángel y del saludo de la Madre del Bautista: "Bendito el fruto de tu seno" (Lc 1,42). Diremos más: la repetición del Ave Maria constituye el tejido sobre el cual se desarrolla la contemplación de los misterios: el Jesús que toda Ave María recuerda es el mismo que la sucesión de los misterios nos propone una y otra vez como Hijo de Dios y de la Virgen (Extraído de vatica.va)

La Virgen nos recomienda que recemos el Rosario, pues es una de las armas (sino la más) poderosas para enfrentarnos y vencer al maligno. Además, nos indica quince promesas para los que lo recen:

1.- El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que me pida.

2.- Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.

3.- El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías.

4.- El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán!.

5.- El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.

6.- El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la gracias, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.

7.- Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.

8.- Quiero que todos los devotos de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.

9.- Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.

10.- Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.

11.- Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente.

12.- Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario.

13.- Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados del cielo.

14.- Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.

15.- La devoción al santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.

Madre del Santo Rosario, llévanos siempre de la mano hasta tu Divino Hijo. Tennos bajo tu manto sagrado y líbranos de morir sin confesión. En Ti confiamos Madre, y que la voluntad de tu Sacratísimo Hijo sepamos aceptarla siempre. AMÉN

El Señor os bendiga.

3 comentarios:

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

Hola Rafa:
Gracias por compartir este post.
De pequeña cantaba "Las cuentas del Rosario,
son escaleras, para llevar al Cielo,
las almas buenas.
Viva Maria, viva el Rosario,
Viva Santo Domingo que lo ha fundado.
Hoy hace dos años que Sor Cecilia inició su blog.
Besos, Montserrat

Anónimo dijo...

Yo estoy segura de que mi vida sería completamente diferente si no rezara el Rosario...
No me canso de dar gracias a Dios por tan grande ayuda y consuelo.
Un abrazo.

Rafa dijo...

Montserrat, gracias a ti por comentar en él y por compartir esa canción conmigo. Un abrazo.

G.Visigoda, a veces puede que recemos sin ser conscientes del poder de las oraciones como el Rosario. Pero como bien dices, nuestras vidas serían distintas si no lo hiciéramos. Muchas gracias por tu compartir. Un abrazo y cuídate.