Ayer
celebramos la jornada de la Misericordia
Divina. Es por eso que no quiero dejar pasar la ocasión de
dar las gracias a Dios por todo lo que hace por nosotros. En primer lugar, por
haber pasado la Pasión
y Muerte, que hemos celebrado la semana pasada. Y por supuesto, por haber
Resucitado. Con su Muerte, el Señor ha vencido al pecado. Con su Resurrección,
el Señor nos ha devuelto a la VIDA. Y
digo VIDA (con mayúsculas), porque sin Él, estábamos encerrados en las
tinieblas, en la oscuridad. Ahora, el Señor nos abre las puertas de la Gloria y nos invita a su
Banquete eterno.
El
domingo pasado celebrábamos el día más grande del año para un cristiano. Ayer,
se aparece resucitado a sus discípulos, y nos regala el sacramento de la
penitencia. Nos da el precioso don de su Perdón. Perdón, sin el cual, no
podemos entrar en el Paraíso. Es tan grande su Bondad, que se apiada de nuestra
miseria, y pone a nuestro alcance, todos los medio necesarios para llegar a la Salvación. En nuestra torpe
libertad, a veces no escogemos el buen camino, y es por eso que, cuando
acudimos a Él, nos perdona y nos da una nueva oportunidad.
Hoy quiero
pedirle perdón por mi soberbia, mis enfados, mis preocupaciones, por no haberle
dado a Él, en ocasiones, la prioridad en mi vida, por haberme dejado seducir
por el enemigo… por mis tantas faltas de Amor.
El Señor nos
hace una invitación: “Ven a Mí. Yo
perdono todas tus faltas, y te acojo en mis brazos amorosos y misericordiosos.
Estoy aquí, a tu lado. Acude a Mí siempre. Yo sólo quiero lo mejor para ti.
Recuerda que no hay mayor Amor que el que entrega su Vida por sus amigos. Yo,
ya no te llamo siervo. Eres mi amigo, y yo quiero ser tu Amigo. El amigo que
nunca falla. Descarga en Mí tus problemas, preocupaciones, desengaños, dolores,
angustias… descánsate en Mí, confía en Mí.”
Aprovecho la
ocasión para felicitar a Su Santidad el Papa Benedicto XVI, por su cumpleaños.
El próximo jueves, día 19 de abril, como todos sabemos, será también
aniversario de su Pontificado. Por eso, en nuestra oración, estará de manera
muy especial esta semana, nuestro querido Benedicto XVI. Que el Señor le dé la
capacidad que necesita para “capitanear” (si se me permite la expresión) a la Iglesia en estos tiempos difíciles. Difíciles por
el laicismo, por la rebeldía, por nuestra tibieza (sus miembros)… No rezaremos
ni oraremos únicamente por las intenciones del Santo Padre (que también), sino
por el Santo Padre; para que el Señor le dé lo que necesita, lo que es lo mejor
para él. Para que, inspirado y ungido por el Espíritu del Señor, al que
esperamos en Pentecostés, le ayude a cumplir Su Santa Voluntad, porque así,
llevará a este rebaño “revoltoso” por la buena senda.
¡FELICIDADES!
Desde aquí,
también quiero expresar mi apoyo al Santo Padre. ¡Yo estoy con Pedro! ¡Yo estoy con Benedicto XVI! Que el Señor lo colme de bendiciones y María Santísima lo proteja, con su manto, de todo mal.
Un abrazo en Jesús Misericordioso.
2 comentarios:
Yo, también, quiero agradecerle al Señor todo, todo, lo que hace por todos y cada uno de nosotros y felicitar, desde este, tu rincocito, a nuestro Santo Padre por sus 85 cumpleaños. Que Dios lo bendiga.
Muy feliz Pascua de Resurrección.
Preciosa entrada Rafa, lo que has escrito tiene mucho valor. Me sumo al agradecimiento al Señor. Gracias por evangelizar amigo. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
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