La fiesta que celebramos hoy, debe ser motivo de alegría y
un aliciente para seguir adelante en nuestra lucha diaria. La Asunción de
María. No es la Ascensión de María, ya que no sube al cielo Ella sola; es la
Asunción porque Ella es elevada al cielo, es subida por los ángeles del Señor.
Nosotros, después del
fi n de los tiempos, seremos resucitados por Dios, que nos dará un
cuerpo glorioso. Pero María, no esperó a ese fin de los tiempos, porque Dios,
al haberla elegida como Madre de su Hijo, como primer Templo y Sagrario de la
Trinidad, es elevada al cielo en cuerpo y alma, y desde ese momento, goza de la
presencia de Dios con su cuerpo glorioso.
¡Qué fiesta harían en el cielo al verla llegar! ¡Qué caritas
tendrían todos! ¿Os imagináis?
¿Qué sacamos de esto?
Varias cosas. Una de ellas es que, como decimos muchas veces, Ella es
nuestra intercesora (además de Madre). Tenemos la suerte de que constantemente
intercede por nosotros ante el Padre. Nos envía mensajes, recados… y nosotros,
desgraciadamente, hacemos oídos sordos a sus palabras.
Otra cosa que podemos sacar de la Asunción de la Virgen, es
que precisamente, es la esperanza de nuestra resurrección. Alguno puede decir
que Cristo resucitó porque era Dios. Pues María era una persona como tú y como
yo. Es más, era pobre, sencilla, y sobretodo humilde, pero de corazón infinito.
Ese es nuestro aminar. Ella debería ser nuestro ejemplo. Y sin embargo, ¡qué
trabajo nos cuesta ser humildes! Pues que el canto del Magnificat, que podemos
leer en el Evangelio de hoy, nos motive a ser cada día un poco más humildes de
lo que somos.
Valgámonos del regalo que tenemos y pidámosle a María que
interceda por nosotros. Hoy voy a ser un poco egoísta, y quiero aprovechar mi
pequeña Sinagoga para que, todo el que lea esto, pida a la Santísima Virgen por
las personas que lo están pasando mal en su enfermedad, especialmente por
María, una amiga, que lleva el nombre de la Virgen y el dichoso cáncer está
ganándole la batalla. Que no tenga sufrimiento, y si Dios quiere que los tenga,
que ese sufrimiento y dolor, no caiga en saco roto y el Señor saque muchos
frutos de Él.
Para su Gloria. Amén.
Que el Señor y su
Santísima Madre os bendiga a tod@s.
12 comentarios:
Cuenta con nuestra oración.
Que la Virgen la ayude en esta dura enfermedad.
Feliz y santo día.
Un saludo en Cristo.
Gracias, por este compartir, ya desde ahora me uno a esa cadena de oración por vuestros hermanos, unidos en orando, grancias.
Caminar y belleza.
Muchas gracias por vuestra oración. Que el Señor os colme de bendiciones y María,os lleve siempre bajo su manto protector.
Unidos en la oración, recibid y fuerte y fraternal abrazo.
Rafa
Esta celebración me hace sentir que casi toco el Cielo.
Me emociona mucho.
Gracias por tan bella entrada.
DTB!!
Mis humildes oraciones por tu amiga.
Gracias por compartir.
Buenas noches Rafa.
La Virgen Maria.
Una gran Fiesta en el Cielo, cuando subió en Cuerpo y Alma.
Que Dios te bendiga.
Un abrazo, Montserrat
Cuenta también con mi oración por María
Y sí, también me apunto a pedir esa humildad que se resiste tanto.. y que a veces cuesta incluso pedirla de verdad.
Maria del Rayo, gracias por tu oración. El Señor te bendiga. Un fuerte abrazo!
Montserrat, la verdad es que tuvo que ser grandioso, ¿verdad?. Muchas gracias. Un abrazo.
Miriam, gracias también por tu oración. El Señor te recompensará con mil bendiciones para ti y los tuyos.Un abrazo.
Hola Rafa. Paso por aquí a saludarte tras mi ausencia durante las vacaciones. Espero que estés bien. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
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