sábado, 8 de septiembre de 2012

Natividad de nuestra Señora


Muchas felicidades Madre. Hoy celebramos tu cumpleaños.

¿Quién le iba a decir a Ana, que iba a dar a luz a la dadora de Luz?
¿Quién le iba a decir a Joaquín (Yahvé prepara) que la Niña de sus ojos sería la Madre de todos nosotros?
¿Quién te iba a decir María, que habías nacido para ser la Madre de Dios?
¿Quién te iba decir que en el Cielo se celebraría por todo lo alto tu nacimiento?
¿Quién te iba a decir que tu corazón dulce e inmaculado, albergaría tanto dolor?
¿Quién te iba a decir que ese mismo corazón guardaría tantas cosas?
¿Quién te iba a decir la misión que Dios te había encomendado desde que naciste? ¿Quién te iba a decir que serías la Alegría y la Intercesora de toda la humanidad? ¿Quién te iba a decir que bajo tu manto nos protegerías?
¿Quién te iba a decir que serías la nueva Eva, la que nos regalaría a la Salvación hecha Hombre?
¿Quién te iba a decir que serías la Reina del Cielo; la Reina y Señora de todo lo creado?

No debió ser fácil nacer para ser la Madre de Dios.  Sin embargo, el gozo debió ser el más grande que jamás tuviera persona en este mundo. Fuiste su ungida, permaneciste sin mancha alguna, tu hermosura es tan grande como tu amor, fidelidad, comprensión, bondad, paciencia… no tiene comparación ni límites.
Carezco de palabras para expresar toda tu grandeza, Madre. ¡Cuántas cosas por agradecerte! Y, ¿cómo te lo pagamos? En una semana celebraremos tus 7 Dolores. A esos Dolores, tendrás que añadir nuestro pecado; ver cómo desobedecemos a Tu amantísimo Hijo, cómo desaprovechamos las oportunidades que Él nos pone al alcance de la mano día a día, minuto a minuto. ¡Qué impotencia sentirás ante nuestro actuar! Pero no decaigas y sigue pisando la cabeza de la serpiente, porque contigo a nuestro lado, no tiene nada que hacer.

María, que sepamos ser esclavos como Tú fuiste esclava del Señor. Enséñanos a ser humildes y que sepamos vivir con auténtico gozo, la celebración de tu glorioso nacimiento.

María, la más linda, celeste, bella y pura criatura; ruega por nosotros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ella es el mejor camino para llegar a Él, tomado de su mano vamos seguros, gracias.