viernes, 3 de agosto de 2012

Un milagro de generosidad


Hoy voy a contar una historia real que sucedió esta misma semana, en la que la santa de los pobres, Teresa de Calcuta, volvió a hacer "de las suyas". Los nombres que aparecerán, no son los verdaderos de los protagonistas ya que, los he cambiado para proteger la intimidad de los mismos.

En una parroquia pequeñita, situada en un barrio humilde, el almacén de Cáritas parroquial estaba casi vacío. Imaginaros, en estos tiempos de crisis y de necesidades... no se da abasto. Los patronos de Cáritas parroquial son Juan Pablo II y Teresa de Calcuta; y en cada estancia hay una foto de la santa. Así, ni cortas ni perezosas, algunas componentes de Cáritas, descolgaron de la pared una foto de Teresa de Calcuta, y la fueron pasando por los estantes diciéndole de forma cariñosa: "¡Ay! Teresita, que no tenemos para dar de comer a tanta gente que viene  a pedirnos. ¡Mira!, para que veas, está todo vacío. Anda, échanos una manita".

El párroco, el padre Francisco, fue a hacer unas sustituciones a otra parroquia el fin de semana pasado. Al terminar, y saliendo del templo, oye que lo llaman desde la terraza de una cafetería: 
-¡Padre Francisco!, ven y tómate algo con nosotros.
El padre Francisco accedió y se sentó con los señores que lo llamaban, parroquianos y conocidos suyos. Uno de ellos, en alguna ocasión le había ofrecido ayuda, pero por prudencia, amablemente nunca la tomó. Sin embargo, aquel día, le volvió a ofrecer:
-Padre Francisco, si necesita cualquier cosa para la parroquia, no tiene más que decírmelo.
-Pues hoy te voy a tomar la palabra.-Le respondió el sacerdote, que ante las necesidades de los demás, tuvo que pedir; aunque él, salvo excepciones de extrema necesidad como esta, no lo hace.
-Apúntame en este papel lo que necesite.- Dijo el hombre.
Y así hizo el padre Francisco. Apuntó 60 kilos de arroz, 60 litros de aceite, 60 kilos de garbanzo, 60 kilos de pasta...
-No se preocupe, mañana o pasado mañana lo tendrá allí.
-Muchas gracias, de todo corazón.
Y así fue. El cargamento llegó puntual y en dos días dieron de comer a un montón de familias. De hecho, y por poner un ejemplo, de los 60 kilos de arroz, sólo quedaban 5.

El párroco telefoneó a este hombre para agradecerle su ayuda generosa. Aprovechó para contarle la anécdota de pasar la foto de Teresa de Calculta por los estantes, para que viera que estaban vacíos. Y le dijo:
-En la primera lectura del domingo pasado, a Eliseo le traen veinte panes. él ordena repartirlo entre la gente (cien personas), porque así dice el Señor: Comerán y sobrará. Y lo mismo sucede en el Evangelio. Un muchacho tiene cinco panes y dos peces, y de eso, comieron unos cinco mil sin contar mujeres y hombres, y sobró. Pues lo mismo nos pasa a nosotros. No teníamos pan, como Eliseo y Jesús, y con lo que nos diste, comieron un montón de familias. El Señor te ha utilizado para obrar el  milagro.
Y el hombre le contestó:
-¿Queda sitio en el almacén de Cáritas?.
-Sí, claro.
-Pues la semana que viene llegará un cargamento de 500 kilos de cada producto que me había pedido.
El padre Francisco estaba maravillado ante la bondad del Señor con sus hijos; y no hacía más que agradecerle al hombre y a Dios por todo aquello.

Pero la historia no acaba aquí. Pues al padre Francisco lo llamaron de otra parroquia para informarle que, en agosto ellos no repartirán, y si deseaba, podía pasar a recoger productos como leche, cacao en polvo, galletas... y eso hizo.

Así pues, el Señor hizo el milagro, por intercesión de Teresa de Calcuta. Multiplicó los panes para que sus discípulos pudieran dar de comer a toda la gente que pasa hambre.  
Ante este milagro grandioso, sólo podemos alabar y dar gracias al Señor por su infinita misericordia y bondad para con sus hijos, a los que nunca abandona.

¡Bendito y alabado sea Dios!

13 comentarios:

Caminar dijo...

Me ha emocionado mucho. Debe ser que ya no creo casi en los milagros.
Dios bendito por todo.
Un saludo invocando el Nombre de Jesús.

Rafa dijo...

Me alegra saber que este testimonio es para dar Gloria a Dios.
Deberías creer más en los milagros, porque los tenemos delante de nosotros diariamente. ¿Uno grande y palpable? La vida.
Un fuerte abrazo y que el Señor te bendiga.

MDR dijo...

¡Hola Rafa!
¡WWWWOOOOOWWW!
El Señor no se deja ganar en generosidad.
Eso yo lo veo en el banco de alimentos de cáritas.
Si te contará todos los milagros que veo que el Señor realiza.
Bueno un día tendré que ir diciéndolos, porque finalmente todo es de Dios.
Gracias!!
DTB!!

Rafa dijo...

Maria del Rayo, tienes que ir contando poco a poco esos milagros del Señor. Estos son testimonios que nos ayudan a todos. Gracias a ti.
Un abrazo y QDTB!

Montserrat Llagostera Vilaró dijo...

BENDITO Y ALABADO SEA DIOS.
Yo también soy coluntariade Cáritas en mi Parróquia.
Me ha conmovido este Post.
Enhorabuena y un abrazo desde Valencia, Montserrat

Anónimo dijo...

Que hermosa entrada querido Rafa.

Te agradezco tu visita a mi blog y tu bello comentario.

Que Dios te bendiga.

Rafa dijo...

Montserrat, muchas gracias por tu comentario; supongo que, como voluntaria de Cáritas, tendrás un montón de testimonios como éste. Que ellos nos sirvan para llevar a Dios a todas las personas que tienen sed de Él y/o que no lo conocen. Dios te bendiga. Un fuerte abrazo.

Rafa dijo...

María Emma. Yo también te agradezco que me visites y que comentaras en mi pequeña Sinagoga. Que el Señor y María Santísima te acompañen en tu caminar.
Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Gracias.

Rafa dijo...

sencillez belleza, gracias a ti. Un abrazo!

Miriam dijo...

Que sí, que en los problemas importantes, me empeño en buscar soluciones (eso está bien) pero me olvido de confiar en Dios (eso no está bien)
Buen ejemplo, para recordar que he de confiar más .

Cris- Aledavisa dijo...

¡GLORIA A DIOS!
que grande, que grande, y si hace milagros toooodos los días.

María José Flores dijo...

Una mujer maravillosa, digna de admirar. Que Dios te bendiga.